¡Çinar es inocente! Merdan consigue demostrar que su nieto no mató a Kadir

Ilgaz no ha podido hacer nada para evitar que su hermano fuese juzgado y trasladado a prisión. Todas las pruebas apuntas a que fue él quién mató a Kadir, a pesar de la insistencia del joven asegurando que es inocente y que la asociación le tendió una trampa.

Aunque Ilgaz se mantuvo firme ejerciendo su papel como fiscal, el joven no pudo reprimir abrazar a su hermano cuando la policía se lo llevaba a la cárcel.

Por su parte, Çinar le pidió perdón a Ilgaz por todo el daño causado mientras, entre lágrimas, se despedía de su familia.

Entre tanto, Merdan se siente en la obligación ahora de sacar a su nieto de todo este lío y, con la ayuda de Osman, consiguen encontrar al enfermero de prisión que le dio la medicina mortal que acabó con la vida de Kadir.

Merdan se lo entrega en bandeja a Iclal y él acaba confesando ante la fiscal que Çinar compró el medicamento, pero que todo se trabaja de una trampa: “El jefe de la asociación quería que usase a Çinar”.

El abuelo de Ilgaz no puede creerse que su nieto por fin sea libre y lo celebra con Defne comiendo una rica tarta. ¿Pronto volverán a reencontrarse con Çinar?