Ceylin, fuera de sí, se siente culpable por no haber buscado a su padre cuando desapareció: “No me lo voy a perdonar nunca”

Ceylin está destrozada. Le cuesta mucho asimilar que su padre haya muerto y no puede creerse que hayan pasado tres meses desde que Zafer desapareció.

Llena de rabia, y presa del dolor, la joven abogada empieza a llorar desconsolada y se echa la culpa por no haberle buscado desde que supo que había desaparecido. Además, le confiesa a Ilgaz que estaba enfadado con él por “haberse marchado” y le dice que pensaba pedirle explicaciones a su vuelta. Le dice, entre lágrimas, que ese dolor siempre le acompañará en su corazón: “Voy a vivir con esto dentro toda la vida”.

Entonces empieza a tirar todo mientras grita, fuera de sí, que quiere hacerse daño hasta quedar inconsciente como castigo: “Soy estúpida”. Ilgaz intenta detenerla y con cariño le dice que no es culpa suya, pero parece que no existe consuelo para Ceylin.

“No me lo voy a perdonar nunca, Ilgaz”, le dice a su marido; y el fiscal solo puede abrazarla demostrándole que siempre estará a su lado.

Mientras, Metin… al otro lado de la puerta está siendo testigo de esta terrible escena. ¡El padre de Ceylin es incapaz de aguantar las lágrimas! ¿Le contará a su nuera que Çinar mató a su padre?