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Bahar se desahoga con Çağla tras echar a Uras de casa: su corazón está dividido y teme no ser justa

La doctora ha tomado una decisión durísima al echar a Uras de la casa. Ahora, en la cocina, se ha derrumbado con Çağla y ha confesado el dolor de una madre que intenta ser justa aunque le parta el alma.

Después del fuerte enfrentamiento con su hijo, Bahar se ha apoyado en la encimera intentando recuperar el aliento. Echar a Uras ha sido lo correcto, pero le ha dolido en el corazón.

Çağla no se ha despegado de su lado para darle fuerzas. Le ha dicho que lo correcto casi nunca es lo más fácil. Aun así, Bahar ha reconocido que no puede dejar de pensar en dónde dormirá Uras, en la vergüenza que él mismo se ha buscado y en el futuro de la familia.

Como mujer, ha recordado su propia historia y lo que sufrió por la infidelidad de Timur. Como madre, se ha roto al admitir que le duele muchísimo hacerle esto a su hijo. “Mi hijo se ha humillado solo”, ha dicho.

Bahar también ha confesado su miedo a que Uras pueda refugiarse en Maral, pero Çağla la ha tranquilizado enseguida. Cree que Uras recapacitará y que este golpe será una llamada de atención. “Volverá a ser el que conocemos”, le ha asegurado.

Aun así, Bahar no ha podido evitar pensar en Seren. Le ha dolido recordar que Uras ha roto el corazón de la madre de sus hijos. Y el miedo ha ido a más cuando ha hablado de la posible denuncia: si Seren decide seguir adelante, Uras podría perderlo todo.

“¿Cómo voy a pedirle que no lo haga?”, ha dicho Bahar, totalmente desbordada. “¿Cómo voy a protegerlo de algo así?”. Al final, ha reconocido su mayor dilema: sus valores contra su amor de madre. “Si ignoro lo que ha hecho, ¿Cómo voy a mirarme en el espejo? ¿Cómo voy a enseñarle algo? ¿Cómo voy a esperar que aprenda?”, se ha preguntado una y otra vez.

Bahar ha terminado con el alma partida en dos. Ser justa con Seren significa ser dura con su propio hijo. Y, aun así, sabe que no tiene otra opción.