Tania ha descrito cómo es el asesino que ha acabado con las
víctimas del misterioso proceso. La policía, con esto, ha podido crear un
retrato robot del sospechoso para dar con él. Pero con esa imagen no podrán
hacerlo jamás. Ha cambiado su identidad por completo: se ha quitado las
lentillas, la peluca y el tatuaje que le identificaba ya no está en su piel.
Seguirá actuando con una nueva imagen acabando con la única pista de la que Laray Álex podían tirar.