Satilmis irrumpe en la vida de Ceyda para complicar su papel de madre

Ha llegado el momento que tanto miedo le daba a Ceyda: su hijo biológico ha entrado de lleno en su vida. Emre ha llevado a Satilmis a su casa, y no sólo para que le conozca. Por problemas de salud de su madre, él tiene que viajar y dejar al niño en sus manos.

Además, comunica a Ceyda la peor de las noticias: el padre biológico de Arda pide ahora más dinero por renunciar a su tutela, mucho más del que él dispone. Por lo tanto, tendrían que separarse del pequeño, una maldad que lleva el nombre de Sirin.

En shock ante tantos contratiempos, Ceyda se ve de pronto como madre de dos niños y ante una complicada tesitura. Descubre, además, el complicado carácter de Satilmis, acostumbrado a la picardía de la supervivencia callejera, lo que contrasta con Arda, que requiere de todo el amor de su entorno.