Pertenece al clan de la mafia portuaria de Oporto. Da Silva es un hombre taimado y violento, que vive por y para la organización. Lleva años intentando colarse en el mercado español de la droga, rivalizando con los clanes gallegos. Ahora, gracias a Francisco, parece haberlo conseguido. Pero la desaparición del último alijo que envía a España hace que salten todas las alarmas.