Mejores momentos | Capítulo 5

Max logra lo imposible: resuelve un caso de dos asesinatos de hace 28 años

El detective registra lo que se esconde debajo de la antigua bodega.

Después de resolver el caso del perro, Weber le regala a Max una botella de vino valorada, supuestamente en 1.000 euros. Pero el policía sigue algo inquieto con la idea de que aun con el asesinato del perro de la familia resuelto, el antiguo dueño de la bodega siga queriéndose ir a vivir a Alemania.

Es por ello por lo que decide excavar donde fue construida la antigua bodega, al enterarse que la misma fue fabricada tras la muerte de la hija de Weber en 1991. Para sorpresa de todos, Max y su corazonada estaban en lo cierto, con la excavación se desenterraron los huesos tanto de su hija como los del hijo de Emilio Byass.

No habían naufragado por el mar y la marea se los llevó. Si no que él mismo fue quien mató al chico y por ello su hija se suicidó. Enterró los cuerpos y construyó encima de ellos la bodega, para que nadie sospechase.

Al enterarse, Emilio le apunta con una escopeta con ganas de disparar. Weber admite que fue él quien mató a su hijo, pero finalmente no dispara.