Por un lado, Leo está experimentando unos extraños cambios que parecen apuntar a que tiene poderes, pero, si esto es así… ¿Cuáles son? Madre encomienda a Michelle la misión de averiguarlo, y la chica utilizará a sus insectos para sacarle sangre. Pero cuando los resultados obtenidos son extraños e inesperados, lo mejor es dejar a un lado la ciencia y pasar al ataque. Michelle sabe muy que poniendo a Leo al límite y haciendo que pierda los nervios hará que su poder se revele. Y para con eguirlo el mejor sitio es el lago. Un lugar lleno de insectos para usar a su antojo sin que nadie pueda ver lo que le hace a Leo.
Desafortunadamente para Madre, hay alguien más que podría ser perjudicial apra su plan con los Castillo. Julia, la directora del colegio acaba de mudarse con ellos y Madre no entiende cómo ha ocurrido algo así. Esa mujer parece sospechosa y las primeras indagaciones de Michelle sobre ella así lo demuestran. Por eso, Madre encarga a Martín que averigüe quién es.
Martín aprovecha que tiene ocupado a Mario para colarse en casa de los Castillo y descubrir que Julia tiene una misteriosa tableta electrónica escondida entre sus cosas. Tanto misterio deja claro que Julia no es quién dice ser y puede poner en peligro el plan de Madre con los Castillo. Martín consigue llevarse la tableta y comienza a descifrar el código. La tableta electrónica oculta secretos relacionados con Julia y los poderes. Secretos que en manos de El Elefante lo cambiarán todo.
Julia está intentando ganarse la confianza de nuestra familia para poder protegerlos mejor, pero aunque Mario y los niños comienzan a aceptarla, Sandra se muestra totalmente en contra de ella. Sandra cree que Mario está cometiendo un error dejando a una persona ajena a la familia vivir con ellos. Aunque les venga bien el dinero y sólo sea por unos días, hay algo que no acaba de cuadrar a Sandra. Además, el riesgo de que descubra los poderes de todos es evidente.
Julia nota la reticencia de Sandra y Dorita le recuerda a Julia la importancia de que se gane a todos y no cause fricciones en la familia. Si uno sospecha, sospecharán todos y si los Castillo se enteran de todo desconfíarán más de ella. Además, ambas saben que hay un importante motivo por el que la familia no debe abandonar Valleperdido.
Leo se encuentra en su mejor momento. Todo apunta a que tiene un poder y, después de que Culebra le enseñase en secreto los de su familia, los ánimos del chaval están por las nubes. Se siente más fuerte y animado que nunca, se muere de ganas por saber qué podrá hacer, pero Culebra le baja de la nube.