OPINA SOBRE EL FINAL
El tenso reencuentro con Epifanio Vargas
Doce años después y en el mismo sitio, Teresa se cita con Epifanio para ajustar las cuentas pendientes y exponerle los motivos que tiene para acabar con él.
Teresa juega bien sus cartas, sabe que si abre la boca puede acabar con la carrera política de Epifanio Vargas.
El fantasma del Güero sigue planeando en la vida de Teresa y está mucho más presente desde que sabe que fue el mismo Epifanio Vargas, al que creía su protector y amigo, el que ordenó la muerte de su hombre. "Cabrón y de la DEA era mi hombre y lo amé con todo mi alma y al matarlo usted me obligó a vivir una vida que yo nunca pedí vivir.