PLAZA NOVA, AL ATARDECER
Arnau presencia la tortuosa muerte del ser que más quiere
Joan y Arnau se enteraban de que algo horrible estaba a punto de suceder en la Plaza del Veguer. No podían consentir que tal tragedia ocurriera y, sacando las pocas energías que tenían dentro, corrieron para evitar quedarse sin el ser al que más aprecian: su padre.
Por orden del veguer y con el fin de evitar que se produzcan más revueltas en la ciudad, Bernat perdía la vida junto a muchos otros hombres en la horca. De nada valieron los esfuerzos de Arnau y Joan por intentar evitarlo. Justo cuando los pequeños llegaban a la plaza, el cuerpo de Bernat yacía sin vida colgado de la horca. La ley exige que los cuerpos de los hombres tengan que permanecer colgados durante toda la noche.