Margaridase ha querido salvar las espaldas y ha confesado que fue Arnauquien tuvo la idea de marcharse a jugar a la playa. A su llegada, a Guiamónle quedaba un pequeño resquicio de vida que su madre trataría de salvar con agua caliente y grandes dosis de cariño. Arnau, con el miedo en el cuerpo, confiesa ante su padre que no ha sido él.