¿Un adiós definitivo?
La historia de amor que nunca fue: Rüya y Han se despiden para siempre
Cansada de no conseguir nada con el empresario, a la joven sólo le ha quedado una opción: marcharse.
Rüya apareció en la vida de Han en un momento complicado. Sumido en una profunda tristeza tras la pérdida de Inci, el empresario se había encerrado en sí mismo y se había alejado totalmente de su familia. Durante una fiesta, la misteriosa joven se vio atraída por él y se acercó para charlar, pero a Han no pareció hacerle especial ilusión ¿Qué quería aquella extraña?
Después de unos días de vacaciones intentando recomponerse y curar su dolor, Han volvió con el resto de los Deronoglu. Para su sorpresa, en el momento que menos se esperaba, Rüya volvió a aparecer en su vida. ¿Casualidad?
¡Menuda bienvenida!
La enfermedad de Hikmet cada vez avanza más rápido y el patriarca se quedó muy afectado tras la muerte de Inci. Confundido, encerró a Rüya pensando que era ella para que solucionase sus problemas con Han. Sin embargo, a su hijo no le hizo ninguna gracia volver a ver a la joven.
Pero Han debía acostumbrarse, ahora tendría a aquella joven mucho más cerca de lo que jamás hubiera pensado. Naci se había marchado a Estados Unidos para someterse a un tratamiento médico que frenara su enfermedad y Rüya había alquilado su piso. Han no fue el único que se molestó…
Cada vez un poco más cerca
Poco a poco,el buen carácter de Rüya le permitió ir acercándose a Han, aunque él siempre se mostraba a la defensiva, no entendía que quería de él. En un íntimo acto de sinceridad, la joven confesó qué hacía allí: “No puedo volver a mi casa. Allí no me quieren”.
Pero motivos no le faltaban a Han para desconfiar. Rüya tenía un comportamiento muy extraño. ¿Qué hacía subida en el tejado escuchando todos los secretos de los Deronoglu? La joven intentaba por todos los medios acercarse alempresario.
Pero todo el mundo tiene un límite. Hikmet había sufrido un infarto y Han no estaba en casa para poder acompañarlo. Rüya, preocupada y pensando que le gustaría saberlo, fue en su busca. Para su sorpresa, el hijo del patriarca no reaccionó. Poco a poco, Rüya se iba haciendo una idea del carácter de Han, pero nunca pensó en rendirse.
Pero el corazón de Han seguía pensando en Inci. Después de todo, su muerte aún era muy reciente y no podía dejarse llevar con una extraña como Rüya. ¿Pero cómo le va a querer si sólo le vio cinco minutos en una fiesta?
¿Amor u obsesión?
Día y noche, Rüya trataba de acercarse a Han. Ahora que conocía todos sus secretos, quería conocer y entender todas sus fobias y obsesiones, pero Han no estaba dispuesto a abrirse con ella.
Desesperada, a Rüya no le quedaba otra opción. Para agradecerle lo que había hecho por ella, al darle un escarmiento a su padrastro, la joven intentó besarle. Ante la negativa de Han, Rüya pensó que era por su exnovia. ¿Cómo sabía ella quien era Ceylan? “Lo sé todo de ti”, confesó.
Su obsesión estaba llegando demasiado lejos y hasta su prima Esra trató de ponerle remedio. ¿Se rendiría Ruyä en algún momento? Ahora que Ceylan había vuelto a la vida de Han , la joven lo tenía aún más complicado y los celos le llevaron a tener algún enfrentamiento con el hermano mayor de los Deronoglu.
A pesar de su actitud, Han nunca lo ha podido evitar: necesitaba proteger a Rüya y eso le creaba falsas expectativas a la joven. Después de toda la situación con Mazo, Rüya vio la oportunidad perfecta para poner a Han celoso, pero lo único que consiguió fue que, una vez más, él hiriera sus sentimientos.
Un adiós... ¿definitivo?
Ya no queda nada que intentar, cada vez que parece que consigue acercarse un poco a Han, él menosprecia sus sentimientos. A Rüya solo le queda una opción: marcharse. La joven ha decidido que va a intentar dar una oportunidad a su padre y, por lo tanto, se marcha.
Antes de partir, Han se ha acercado a la casa de Rüya para despedirse. “Quiero pedirte perdón. No te mereces lo mal que me he portado contigo”, se ha disculpado. Ambos se han fundido en un bonito abrazo de despedida. ¿Conseguirá Rüya olvidar así a Han? ¿Es un adiós para siempre?