Resumen
En el último capítulo de Hermanos: Süreyya juega a dos bandas y Sengül vuelve a liarla
Mientras Akif y Yaman continúan con su particular guerra, los servicios sociales se llevan a la pequeña Emel.
El último capítulo de Hermanos ha vuelto a mantenernos con los ojos pegados a la pantalla. A nuestros protagonistas no paran de ocurrirle cosas, tanto buenas como malas y, en esta ocasión, han vuelto a meterse en serios problemas. ¡Pero vamos a repasarlo desde el principio para entenderlo todo!
Después de que Süreyya se presentase en su casa para disculparse por decirle que su pañuelo era un diseño exclusivo, Nebahat decidió perdonar a Akif. La madre de Doruk pensó que había sido demasiado dura con su marido, sin saber que, en realidad tenía motivos de sobra para tirarle ese vaso de agua a la cara.
A pesar de que sigue teniendo fuertes sentimientos por ella, Tolga ayudó a Yasmin a quedarse a solas con Mahir para tener la oportunidad de conquistarlo en distancia corta. El hermano de Bahar fingió que tenía un compromiso importante y dejó que sus compañeros de clase disfrutasen solos de la película que habían ido a ver al cine. ¿Acabará conquistando Yasmin a Mahir?
La tensión entre Akif y Yaman no ha dejado de crecer desde que se convirtieron en socios, pero una cena del marido de Nebahat con unos amigos en el club provocó que todo saltase por los aires. Yaman acabó echando a esos hombres por todo el ruido que estaban haciendo y eso cabreó especialmente a su socio.
Akif y Yaman se enzarzaron en una fuerte e infantil discusión que acabó con los dos socios pegándose en el suelo. Por suerte, Süreyya apareció para detenerlos y hacerles ver que estaban protagonizando un espectáculo espantoso.
Para ayudar a Sengül y a su familia a conseguir algo de dinero para pagar las facturas, a Himil se le ocurrió grabar a Emel dando pena para que la gente se compadeciese de ella. ¡La pequeña no podía estar más incómoda con lo que estaba haciendo!
Una de las ideas de la amiga de Sengül fue grabar a Emel fingiendo que vendía pañuelos y fue ahí cuando una mujer la grabó y la denunció. Los servicios sociales aparecieron rápidamente y se llevaron a la pequeña, a pesar de que Sengül trató de explicarles lo que había pasado.
Para reconciliar a Yaman y a Akif, a Süreyya se le ocurrió la citar a los dos a una cena, sin saber que el otro también iba a acudir. Akif se emocionó tanto con la invitación que apareció en el restaurante con un ramo de rosas, sin saber que… ¡Nebahat también estaría allí! Süreyya sonrió al ver que Akif había vuelto a meterse en problemas por su culpa. Todavía no tenemos claro si a la madre de Süsen le gusta el padre de Doruk, el padre de Lydia o ambos. ¿Cómo acabará este triángulo amoroso?
Por último, Berk fue a recoger sus cosas a su casa y volvió a enfrentarse a Ayla. Ella trató de disculparse con él por haberle ocultado la verdad y se ofreció a confesarlo todo a la policía con tal de que algún día la perdonase.
El joven aceptó la propuesta de su madre y la llevó hasta la puerta de la comisaría más cercana para que confesase lo que había hecho. Además, le recalcó que, aunque asumiese su culpa, nunca podrá perdonarla.
¿Acabará Ayla en la cárcel? ¿Cómo reaccionarán los Eren cuándo descubran que los servicios sociales se han llevado a Emel? ¿Dejará Nebahat a Akif? ¡No te pierdas los próximos capítulos de Hermanos para descubrirlo!