Sito Miñanco comienza a trabajar por su cuenta en la cooperativa de Terito
Sito Miñanco ejerce a la perfección su trabajo de piloto de las planeadoras de Terito, pero quiere más. Más dinero, más respeto, más posesiones. El joven quiere formar parte de la cooperativa de narcos gallegos, y se lo hace saber a Terito, el patriarca, que acepta su propuesta a cambio de que trabaje junto al resto de contrabandistas.