Ni María ni Roberto se imaginan un futuro estable en Puente Viejo. La ahijada de Francisca Montenegro está harta de que siempre que pisa el pueblo le sucede algo malo. Piensa que la única solución para vivir una vida estable es marcharse de vuelta a Cuba. Roberto, por su parte, está dispuesto a apoyarla en su decisión. ¿Se volverán a Cuba y abandonarán Puente Viejo?