La situación con Eustaquio y Lamberto se ha ido de las manos y Don Berengario ha tenido que actuar. Para salvar a Carmelode la muerte, el párroco del pueblo ha tenido que utilizar su arma para acabar con la vida del joven Molero. ¿Podrá vivir y seguir ejerciendo su papel después de haber cometido este crimen?