El cura del pueblo se ha pasado por la alcoba de Raimundopara comprobar si él tampoco permanece en su recuerdo. En caridad de amigo y no de sacerdote, Don Anselmo visitó a su gran amigo para darse cuenta de que tampoco él es reconocido por Raimundo. Lo único que pueden hacer es esperar y darle todo el amor y el ánimo que necesita.