Don Anselmo ha conversado con Rosario sobre su intención en el último tramo de su vida. Rosario, sin su hija, ya no quiere vivir más, quiere morir y dejar la vida atrás. Está convencida de que le ha llegado su hora y debe dejar su alma a Dios. No hay nada ni nadie que pueda arreglarlo, ha pedido la extremaunción.