Como dos buenas amigas, Adela y Candelahan compartido un te con el que contarse sus problemas y todo aquello que les atormenta. Adela dice tener el corazón roto al sentir que pierde al único hombre de su vida que le quedaba: su hijo. Candela no puede sino darle palabras de aliento a su amiga y asegurarle que todo va a salir bien.