Carmelo está haciendo todo lo posible para que la vida de Adela y Ulpiano se parezca lo máximo posible a su vida anterior. Terminó con uno de los pilares de su vida y, ahora, cualquier cosa que haga será poca para verlos contentos y felices. En este caso les propone salir al pueblo a despejar la mente con un poco de ocio. Ellos, un poco enamorados, no dudan en tener mas ganas que nunca.