Elías consigue sobornar a un guardia para que lo deje a solas con una visita que está esperando, que no es otra que Camila. Este confiesa a Camila sus fechorías en la intimidad de la celda, a las que unirá una más: la va a matar. Elías culpa a Camila de toda esta situación, de no quererle, de no corresponder su amor... "Todas las mujeres son iguales de pérfidas y desalmadas", arremete.