El cura del pueblo visita el negocio de Doña Dolores y cae en la trampa de sentarse donde no debía. Dolores ha puesto hielo en el cojín de la mesa y el cura ¡se ha quedado con el culo frío y mojado! Don Berengario no da crédito de lo que le ha ocurrido, ¿qué pretendía Dolores?