Con lágrimas en los ojos y el corazón destrozado, Beatriz recuerda todas las muestras de amor que ella y Matíasse regalaron. Desde que llegó a Puente Viejo, el joven la conquistó con bonitos gestos que ahora llegan a su mente en forma de puñales. Como dice Hernando, Beatriz está enferma de amor y no habrá nada que la sane.