Arsenio vigila de cerca a Severo y Carmelo

Rosalía se enroca en que tiene derecho a saber por qué murió su hijo y echa a Lucas de su casa. Lucas está dolido por el trato recibido por Rosalía. Obdulia se disculpa por haberle echado de casa.

Rosalía también se niega a hablar con Sol, a quien ni siquiera le abre la puerta. Las cosas empiezan a ir mal para el médico. Gracia se solidariza con él y cuenta a Sol que la gente empieza a hablar mal de él.

Carmelo está más animado gracias a la amable conversación con Candela y le sugiere a su amigo Severo: “No la dejes escapar”.

Alfonso se sincera con Emilia. La necesita y la quiere y no imagina su vida sin ella.

Bosco sigue dándole vueltas al extraño comportamiento de su abuelo. Ha de haber una explicación. De pronto, el chico observa una misteriosa conversación entre el notario y su abuelo, que parece muy afectado. Bosco presiona para que le diga la verdad y Raimundo le cuenta que Francisca vive y está secuestrada.

Severo tiene indicios de que una de las joyas que Raimundo vendió era robada.

Carmelo se desespera por la falta de noticias de Arsenio. No sospechan que los está espiando.