Carmelo visita, una vez más, a Adelaen su domicilio. Necesita aclarar con ella todo lo que ha pasado y hacer que su relación vuelva a ser como antes. Ahora, sin remordimientos, confiesa sentir por ella un amor tan intenso que nunca antes había podido sentir. Sus palabras no hacen mella en Adela y termina echándole de casa.