AVANCE | CAPÍTULO 999
Raimundo reconoce a su hija que sigue enamorado de Francisca
A solas, Raimundo reconoce ante su hija que algo falla dentro de su cabeza, y se refiere al amor que no puede dejar de sentir por Francisca.
El beso de Conrado y Aurora es frío e incómodo. Algo ha dejado de funcionar bien en esta relación. Conrado se preocupa y está celoso de la relación de su novia con Lucas, pero admite que lo primero ahora es pensar en el juicio.
Alfonso evita que linchen a Matías. Los padres, indignados, exigen hacer un careo, pero lejos de solucionarse, la situación se extrema aún más.
Hipólito se recupera de su desmayo pero se niega a hablar de Quintina. Coinciden en que los males de Hipólito tienen que ver con la ausencia de Quintina.
Aurora les da a Pedro y Don Anselmo las gracias por participar en la farsa para salvar a María. Le desean suerte en el juicio.
Mauricio se dispone a traicionar a Bosco evitando la modernización de la finca tal y como Francisca le ordenó.
Inés se desespera por la falta de noticias de Amalia. Desesperada, Inés se dispone a salir pero se detiene al sentir que un intruso acecha.
Aurora se descubre ya desde el inicio del juicio dejando claro que no está descerebrada. Sigue el juicio y se desvela la prueba más importante: “F. Montenegro” que aparecía en el envío de la acetona corresponde a Fulgencio no a Francisca.