EL JUEVES A LAS 22:30 HORAS
El hotel no es un hogar, es una cárcel
Los tripulantes del Estrella Polar llegan el próximo jueves, a las 22:30 horas, al hotel YouHao, el último hotel del mundo. Max (Jan Cornet) y líder de los refugiados les da la bienvenida, aunque reconoce que el edificio lejos de ser un hotel, se ha convertido en una cárcel para ellos.
Los tripulantes del Estrella Polar se dan cuenta de que están navegando sobre una ciudad sepultada bajo el agua. Sólo la parte alta de un enorme rascacielos ha permanecido a flote tras el cataclismo. Mientras todos contemplan atónitos la ciudad sumergida, Ainhoa trata desesperadamente de contactar con Ulises, que no da señales de vida desde hace días. Armados con arpones y cuchillos, deciden abordar el edificio en busca del joven polizón.
Efectivamente, allí hay alguien esperándoles: las 193 personas que consiguieron sobrevivir subiéndose a lo alto del rascacielos y para los que el hotel se ha convertido en una cárcel de la que no tienen forma de escapar. El capitán es consciente de que en elEstrella no hay sitio para evacuar a tanta gente pero, del mismo modo, comprende que son personas desesperadas y que serían capaces de hacer cualquier cosa.
Gamboa tiene las dos córneas perforadas y lo más probable es que se quede ciego. Estar convaleciente no es, sin embargo, impedimento para que siga haciendo de las suyas. Quiere que Ulises le ayude a trasladar el transponedor al barco rusa. Ulises no sabe cuál es la finalidad pero accederá porque, a cambio, el profesor le ha prometido deshacerse de la comprometedora foto que guarda y que desvela la verdad sobre elpasado oculto del polizón.
Burbuja, ajeno a toda la tensión que reina a su alrededor, está viviendo uno de sus momentos más felices desde que tuviera lugar el cataclismo. Una chica desconocida le ha dejado una nota en la funda de la guitarra, quiere encontrarse con él en secreto.Burbuja, inocente, no interpreta nada sensual en el gesto, sólo cree que ha encontrado una nueva amiga. Salomé, sin embargo, no puede evitar temerse lo peor.