Mejores momentos | Capítulo 6
El gesto entre Bárbara Rey y Juan Carlos que hace estallar a Ángel Cristo: ¿Es su amante?
El domador y su mujer acuden a una recepción en la Zarzuela dónde Ángel espera cerrar un negocio con los árabes, sin embargo, allí descubre algo que le hará perder totalmente la cabeza.
Bárbara se ha visto obligada a reencontrarse con Juan Carlos para pedirle un importante favor. Ángel quiere exportar su circo y para ello debe cerrar un trato con los árabes, pero necesita al Rey.
Juan Carlos no lo duda, e invita a María y al domador a la recepción en la Zarzuela. Allí ambos se encuentran con el rey… y con la reina Sofía.
Ángel saluda a Juan Carlos y a Sofía: “Tenemos una cosa en común… los dos somos griegos”, le dice la reina al domador.
Está claro que el rey y Bárbara se miran de una forma especial y la reina Sofía felicita a Bárbara por su embarazo.
Tras los saludos de protocolos, un empleado avisa a Bárbara que el rey quiere hablar con ella. Ángel le dice que vaya, pero se queda observándoles a lo lejos.
El rey le dice a Bárbara que tiene muy buena pinta el negocio que quiere cerrar su marido con árabes: “Prefiero hablarlo contigo que con él”, señala.
La joven aprovecha ese momento para decirle que por qué ha boicoteado la película que iba a hacer y a la que alguien, con tanto poder, ha hecho que no la quieran para el papel. Juan Carlos lo tiene claro, ha sido la reina Sofía.
Más Noticias
Mentiras, temor y mucho amor: las actrices que interpretan a Beatriz y Sibila analizan cómo es la relación entre madre e hija Capítulo 192 de Sueños de libertad; 21 de noviembre: ¿Joaquín, enamorado de Miriam? Un viejo amigo de Jesús se queda en casa de los De la Reina, ¿serán capaces de fingir que son una familia perfecta?
El rey le hace un gesto cariñoso a Bárbara, un gesto que no pasa desapercibido para Ángel, quien empieza a atacar cabos y descubre que el poderoso hombre de Estado con el que su mujer ha tenido una relación es el Rey de España. Ángel pierde la cabeza, se vuelve loco, el monstruo que lleva dentro ha salido para quedarse.