Mónica Gaztambide es de esas mujeres que se fija siempre en el hombre equivocado en el peor momento posible. Tras varios fracasos en la oposiciones a funcionario de alto rango, Mónica logró aprobar el examen que le permitía ejercer como secretaria del Director de la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre, a la sazón, Arturo, el hombre que le trae por la calle de la amargura. Casado y con tres hijos, lleva tiempo, desde que se liaron prácticamente, dándole largas y beneficiándose de la situación.