Adela ha tenido alguna charla telefónica con su madre acerca de su padre “no te dejes engañar, siempre te lía, no da puntada sin hilo. No quiero saber nada de él”, le dice a su madre, pero de repente alguien llama a la puerta y es su padre, Roberto. “No tendrás una cervecita fría para tu padre, para romper el hielo”.