Cúper le pega un puñetazo a Jota obligándole a confesar el nombre de la chica con la que se está liando. Cuando Jota responde que de decirlo sería a Virgilio, Cúper se da cuenta de que estaba equivocado. Arregaldo el malentendido gracias a la intervención de la hija de Dolores, Cúper y Violeta se funden en un beso.