En el cuarto capítulo de Beguinas: enfrentamientos, mucha química y las visitas de la Santa Inquisición

En el cuarto capítulo de Beguinas han pasado demasiadas cosas y, por desgracia, no todas buenas. De hecho, ya en los primeros minutos nos angustiamos por Beatriz, que sufrió el ataque de cuatro malnacidos. Por suerte, un joven apareció para rescatarla y la hija de Sibila volvió al beguinato y decidió no contar el incidente.

Ocultar que es judío es un secreto que le sigue pesando a Telmo. Lucía y él volvieron a compartir un momento íntimo en el que ambos se desahogaron sobre sus preocupaciones. La complicidad entre ellos no deja de crecer.

Otros personajes que parecen entenderse muy bien son Guiomar y el padre Gonzalo. La doctora del beguinato está empeñada en curar al pequeño Simón y el párroco está convencido de que lo logrará. A su lado, siente mucha paz. ¿O quizás algo más?

Gracias a Catalina, Munio descubrió que su hermana iba a reunirse con un hombre fuera del beguinato, así que acudió al encuentro. El marido de Jimena le advirtió a Lucía que las libertas le estaban lavando el cerebro, pero ella no quiso hacerle caso.

Marie Anne fue víctima del mismo veneno con el que habían matado a Lucrecia, que estaba impregnado en el collar de gran dama. Por suerte, Guiomar y Juana lo descubrieron y la salvaron a tiempo.

Al pensar que le quedaba poco tiempo de vida y en mitad de sus alucinaciones, Marie Anne fue a ver a Gabriela y le confesó que su recuerdo era lo que la mantenía en pie. Sigue completamente enamorada de ella.

Tras el paseo de Marie Anne por el pueblo completamente ida, la Inquisición visitó por segunda vez el beguinato para arrestar a la gran dama por bruja. Ante el nerviosismo y la tensión de la situación, Sibila acusó a Lucía de todos los males que habían ocurrido últimamente y se acabaron llevando a ella detenida. ¿Lograrán salvarla de la Inquisición?