El nacimiento de sus hijos mellizos, Inés y Jairo, apoyó a la felicidad de esta pareja aunque poco duró con la desafortunada muerte de Vicente, algo que les dejó en una complicada situación económica y que se agravó con la enfermedad que Inés desarrolló después.
A Adela se le presentará una salida cuando comienza a ser cortejada por Tobías, un primo lejano, al que consideraba un buen hombre. Así, accede a volverse a casar cuando el hombre le promete ayudarle económicamente a superar la enfermedad de su hija... aunque Adela nunca se sintiera atraída por él...
Inesperadamente, los sentimientos de Adela comenzarán a aflorar tras conocer al joven novio de su hija, Mario.