Héctor no puede más con la sospecha de que Sofía pueda ser la asesina de Ribadesella
Tentando a informar a la Guardia Civil sobre sus sospechas, sobre la scartas que le escriben y con el miedo de poder considerarse cómplice, Héctor comienza a escribir una carta a la Guardia Civil afirmándoles que se va a condenar a un asesino equivocado, pero que su amor de hermano le detiene. En ese momento le llega una carta nueva pidiéndole dinero a cambio de su silencio.