Revive la historia de amor entre Salaverría y Cristina

Quién le iba a decir a Cristina que un caso de asesinato desembocaría en un nuevo amor, en una relación de complicidad con su cliente, con el que sobrepasaría la línea entre lo profesional y lo personal.

Marcos Salaverría, presunto asesino de los marqueses de Benamazara, contacta con la abogada para que lleve su caso, y Cristina no se imagina que se involucraría de tal manera. La letrada, siempre profesional en su trabajo, quiere ayudar a Marcos en todo lo que pueda sin exponer su opinión personal sobre el caso, pero sus sentimientos se irían destapando poco a poco.

Tras lograr la libertad condicional para Salaverría, este sale de la cárcel y la relación se va afianzando. La abogada deja que Marcos se hospede en su casa y sigue trabajando para esclarecer el caso de asesinato.

Pero los sentimientos en Cristina van aflorando con el paso de los días, y se cuestiona qué siente por su cliente al verle en un tierno momento con su hija Libertad. Sus sentimientos no pueden reprimirlos más cuando cierran un momento tenso entre ellos con un tímido beso.

A pesar de ello, Cristina quiere mantener distancias y pretende instalar a Marcos en una casa vacía cuando este descubre sus intenciones y abandona la casa de la abogada. Con los ánimos más calmados, Salaverría vuelve y se reconcilia con Martínez tras una sincera conversación en la que han puesto sus sentimientos sobre la mesa.

¿Pero podrán vivir su amor? Cristina sabe que él volverá a la cárcel tarde o temprano, pero el amor que sienten es más fuerte que cualquier cosa. La abogada deja atrás sus miedos y pasa una última noche con Marcos antes de que este desaparezca para siempre de su vida.

Salaverría, en un acto puro de amor y al borde del llanto, decide marcharse para no encadenar a Cristina a una relación que le aportaría más penas que alegrías. Con la difícil decisión ya tomada, ambos ponen punto y final a esta bonita y agitada historia de amor.