Gabriel se enfada mucho ante la certeza de que Mónica no es su hija. Hace cancelar su celebración de cumpleaños en el King's y la obliga a irse unos días a Roma. Fuera de sí, Gabriel grita a Mónica ante el desconcierto de su madre Ascensión que le exige una explicación a su dura actitud. Gabriel le confiesa a gritos que Mónica no es su hija.