Charo se ha arriesgado a entregar la cinta al Régimen para acorralar a Ortega y lo ha conseguido. Ortega intenta defenderse y hacerle creer al ministro que todo es una sucia campaña para manchar su imagen pero no le sirve de nada. El ministerio emite un comunicado con la cesión de Ernesto Ortega de su puesto al frente de la dirección general de la Delegación Nacional de Prensa y Propaganda.