Coral y Fran viven una despedida cargada de emociones: “No me voy a olvidar de nada”

Han pasado muchas cosas y Coral ha llegado al límite, pero la joven ha demostrado que tiene la fuerza necesaria para seguir adelante y empezar de cero las veces que hagan falta.

Coral es un torbellino de emociones. El todo o la nada. Y, tras recuperar su amistad con Paloma, tiene claro que su nueva vida está lejos de Madrid.

Antes de marcharse, ha entrado en Garlo para despedirse de todos y, a las puertas de la juguetería, se ha encontrado con Fran.

El creativo está al tanto de su situación y le ha deseado mucha suerte en esta nueva aventura. Por su parte, Coral se ha sincerado con él. “Me apetece aprender a estar sola, aunque no voy a poder olvidarme de todo lo que he vivido porque aquí están las personas más importantes de mi vida: Paloma, Raúl…y tú”, ha asegurado.

A Coral la vida le ha dado una lección inolvidable y ha aprendido que nunca es tarde para hacer las cosas bien.

Tras despedirse de Raúl en el King’s, la joven está muy ilusionada con el nuevo comienzo en Panticosa. Allí trabajará de camarera y creará nuevos recuerdos.

Fran y Coral han podido salvar su buena relación, a pesar de todo lo que ha pasado y…¡Suenan campanas de boda entre el creativo y Palomita! Tal y como le ha dicho, va a pedirle matrimonio antes de que Coral se marche para que esté presente en ese momento tan especial.

La suya no pudo ser, pero dicen que el final de un camino es solo el principio del otro. ¿Será así para Coral?