Carvajal, al borde de la depresión, es consolado por Charo
Carvajalva a pasar un día con sus hijas, pero no sale como él esperaba. Su mujer y sus hijas están dejándolo de lado y está a punto de la depresión. Lo comenta con Charo y ésta, acorralada por las preguntas incómodas del periodista, acaba por besarle.