Un viaje en el tiempo: la magia de la decoración en Amar es para siempre

Desde los años 60 hasta la década de los 80, cada periodo temporal en Amar es para siempre se recrea meticulosamente para transportar a los espectadores a cada época.

David de las Heras, el decorador de la serie, ha destacado la importancia de la inspiración en la creación de decorados. La búsqueda de referencias para construir los escenarios garantiza la autenticidad de cada escena, desde los árboles de Navidad hasta las tazas, las paredes pintadas e incluso las gráficas de los letreros.

Itziar Miranda, Manolita en la ficción, ha elogiado la Plaza de los Frutos, valorando cada detalle por su significado histórico. Para ella, este lugar representa el trasfondo de toda la profesión. “En estas calles han pasado muchas cosas y muchos actores. Hasta los turistas la buscan”, ha comentado.

La Plaza de los Frutos, testigo de todas las historias de sus vecinos a lo largo de estos casi doce años, refleja el constante cambio y renovación de la trama, tal y como ha explicado el decorador.

Sin duda, uno de los lugares emblemáticos es El Asturiano, el mítico bar de Amar es para siempre. Tal y como ha destacado Manu Baqueiro, es el punto de encuentro clave en la serie, lleno de historias y emociones.

Por supuesto, cabe resaltar El King’s, sucesor del ‘Café Reyes’. Otro espacio impresionante, inundado de luz, evocando la época de los 80 con diversión y nostalgia en esta última temporada. Así, la magia de la serie nos lleva al pasado.