Lo repasamos

Elena y Crespo, la historia de amor entre los dos villanos del gran final de Amar es para Siempre que cautivó a la audiencia

La química entre estos dos personajes ha mantenido a los espectadores de la serie pegados a la pantalla. Repasamos cómo ha sido su gran historia de amor.

Elena y Crespo han visto acabado su idilio de manera abrupta tras haber sido detenidos, poniendo un punto final a una relación turbulenta que fue evolucionando con el paso de los años.

Lo tenían todo para salirse con la suya y vivir la vida que nunca pudieron, pero el peso de la justicia ha caído sobre ellos, aplastando sus sueños de libertad para acabar entre rejas.

Inicio de la relación

Elena fue el primer amor de Crespo. La relación comenzada muchos años atrás terminó con el estallido de la Guerra Civil. Cuando volvieron a verse ambos ya estaban comprometidos, lo que lo convertía en un amor imposible.

A pesar de los años, Crespo nunca pudo olvidar a Elena y siempre tuvo que verla en los brazos de su mejor amigo, Federico, que nunca valoró a la mujer con la que compartía su vida. Tras saber del sufrimiento de la mujer por las infidelidades de su marido, no pudo contener sus sentimientos y la besó.

La mujer sufrió una lucha interna mucho tiempo entre su corazón, que decía que se lanzara a Julio, que le pedía que fuera valiente; y su cabeza, que le recordaba que lo importante era su familia y su empresa. Finalmente, la batalla la ganó el corazón y empezaron una relación.

Un amor secreto

Alicia pilló a su padre besando apasionadamente a Elena y le pidió explicaciones. Crespo intentó hacer ver a su hija todo el amor que siente por la mujer, pero esto no valió para ella y le dio un ultimátum: Elena o ella.

Con todo el dolor de su corazón, Crespo dejó a Elena, que lo aceptó sin problemas hasta que descubrió que la ruptura venía a causa de Alicia y le dejó claro que ya no quería saber nada de él y de su cobardía.

Deciden darse una nueva oportunidad

Elena no quería seguir viviendo sin Crespo, pero él estaba demasiado enfadado con toda la familia Quevedo por haber permitido todo el daño que Román le hizo a Alicia.

Con la astucia que la caracteriza, la matriarca de los Quevedo no podía darse por vencida y, en un último intento, le prometió que, cuando su familia se estabilizara, se divorciaría de Federico, consiguiendo así retomar su historia de amor.

Una tormenta de emociones

A pesar de los intentos de Alicia por hacer que su padre abriera los ojos con Elena, él la quería de forma incondicional, hasta que un día se quitó la venda de los ojos. Se dio cuenta de que Elena solo lo quería por interés y él, con todo el dolor de su corazón, decidió quererse más a sí mismo y romper con ella.

Crespo empezó a conocer más en profundidad a Sofía y se ilusionó con ella. Cuando Elena lo descubrió, sus celos actuaron e intentó recuperar a Crespo, pero él tenía claro que no quería volver con ella nunca más.

La oportunidad definitiva, un amor de verdad

A pesar de haber dejado la relación, Crespo nunca dejó de amar a Elena y verla sufrir por la muerte de Federico le dejó muy preocupado.

Elena deseaba haberse casado con Crespo. Ambos no querían perder más el tiempo y decidieron poner los sentimientos encima de la mesa. Se confesaron lo mucho que se amaban y lo mucho que se echaron de menos.

Pero Federico no era el único impedimento. Alicia le contó a Victoria que sus padres estaban en una relación lo que hizo que la relación entre madre e hija se deteriorara enormemente. Crespo no soportaba que Victoria viera con malos ojos su relación con su madre y le abrió su corazón a la hija de su amigo.

Deciden huir lejos de todo

Lo único que funcionaba en sus vidas era su relación y el amor que se tenían. La empresa de Elena no iba bien y a Crespo tampoco le iba mejor económicamente. Así que tomaron una decisión radical: huir lejos de todo.

Sin embargo, los dos tenían cuentas pendientes con la justicia y acabaron detenidos sin poder vivir el amor que nunca pudieron vivir, terminando así de forma trágica su relación.