Una única temporada para hacer justicia
Te contamos las claves del capítulo 11: la muerte de Hugo y la ¿estrategia? de Bruno y Alba
La situación cada vez es más complicada para Llorens: Un suicidio, amenazas, chantajes… ¿se hará justicia?
En el capítulo anterior, el juicio por la violación de Alba Llorens llegó a su fin y la Fiscalía condenó a Hugo Roig y a Rubén y Jacobo Entrerríos a quince años de prisión, Bruno Costa, en cambio, tiene una condena diez superior, al tratarse de la pareja de la víctima.
No han sido unos días fáciles para Alba y las vistas ante el juez cada vez eran más agresivas. A pesar de tener a Marta Pozas de su lado, la abogada
El juicio dio un giro total cuando Tirso, incapaz de cargar más con la mala conciencia, confesó que había sido él quien le vendió la droga a los acusados. Finalmente, Llorens se pudo armar de valor y, durante su declaración, plantó cara a los acusados. “Me han robado una parte de vida”, dijo muy afectada al sentirse cuestionada por lo que sucedió aquella noche.
Al volver a casa, Bruno y Alba, rotos de dolor y sin saber qué iban a hacer el uno sin el otro, se dejaron llevar por los recuerdos.
Así ha sido el último capítulo
Después de que el juicio terminara, Rubén ha ido corriendo a ver a Hugo para contarle una gran noticia: su madre, Mercedes, tiene un plan. Pero Entrerríos no sabía lo que le esperaba. Al llegar a la habitación donde se encontraba Roig ha visto como su amigo se quitaba la vida. Hugo no ha podido más con la presión y, después de la condena y de haber perdido su cargo en el Ejército, el joven no ha visto otra solución.
Aún con el cadáver de Hugo sobre su regazo, la Policía local ha intentado hablar con Rubén que, en estado de shock, no quería abandonar a su mejor amigo. César ha sido el único que se ha percatado de un detalle: Hugo había dejado una carta para Alba encima de la mesa antes de quitarse la vida. El policía, que hace unos capítulos conocíamos que trabajaba para los Entrerríos, no ha dicho nada y se ha guardado la carta.
Mientras tanto, Alba ha recibido una visita que no esperaba: los Entrerríos no tienen límite. “Antes de que me eches, te ruego que escuches lo que he venido a decir”, le ha pedido Mercedes. La madre de Jacobo y tía de Rubén le ha ofrecido un trato a Alba: “preséntate ante la Policía y di que tu testimonio ha sido una mentira para conseguir dinero y vengarte de Rubén”. Alba no podía creer lo que estaba escuchando: “Ni todo el dinero del mundo va a evitar que tu sobrino y tu hijo vayan a la cárcel”, ha dejado claro tras la amenaza.
Los Entrerríos, una familia poderosa y que siempre han conseguido lo que querían, no están siendo capaces de asimilar que Jacobo y Rubén vayan a acabar presos. Iván ha tenido una seria charla con su hijo, quiere saber toda la verdad sobre la noche de la violación: “me gustaría saber en qué te he fallado”.
Por su parte, Jacobo ha intentado que su padre no se sienta culpable. “A veces, el primo y yo tomamos malas decisiones”, ha empezado diciendo antes de explicar cómo fue aquella noche, en la que, enajenados por los efectos de las drogas y el alcohol, acabaron violando a Alba.
Alba y Bego estaban juntas cuando han coincidido con Rubén en el mismo pub. Cuando Llorens se ha levantado para ir al baño, Entrerríos la ha seguido, a pesar de tener una orden de alejamiento. Con una actitud muy intimidante, Rubén le ha pedido que deje de mentir: “Los dos sabemos que lo disfrutaste”.
Entrerríos le ha preguntado también si no se acuerda de cuando él volvió para estar a solas con ella. Alba, muy afectada, apenas ha sido capaz de mantenerse de pie, y Rubén, se ha marchado dejándola aterrorizada.
Bruno, quizás sea el que está en una postura más complicada. Ahora que Hugo se ha llevado la verdad a la tumba, va a ser muy complicado demostrar su inocencia. A pesar de estar tranquilo porque, por fin, se ha hecho justicia para Alba, Costa no quiere pasar los próximos años en la cárcel por un delito que no ha cometido. No puede estar tanto tiempo alejado de ella.
Los Entrerríos han empezado a desconfiar de él por su actitud, pero Bruno ha conseguido volver a ganarse la confianza de Jacobo y Rubén, y hacerles ver que está de su lado. Jacobo, muy preocupado por no tener noticias de su primo, ha ido en busca de Costa para que le ayude a encontrarlo.
Al pensar que podía estar en la habitación de Hugo, los amigos se encuentran a Rubén bebido y muy drogado: “¿Por qué no le damos una lección al hijo de puta de Tirso y a la zorra de Alba que nos han jodido la vida?”, les pregunta lleno de rabia.
¿Cuál será el próximo paso de los Entrerríos? ¿Conseguirán Alba y Bruno dar con una solución?
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