La víctima de la violación que ha evitado un conductor de VTC: "Uno se quitó el cinturón, y justo ahí llegó Adrián"

Adrián, conductor de VTC, se ha convertido en el héroe de Málaga después de que, a las cinco de la madrugada, durante el horario de servicio, haya evitado una violación en un portal de la ciudad.

Ha ocurrido en una calle céntrica, muy cercana a la estación de tren. Lo que parecía ser una riña entre una pareja era en realidad una agresión sexual.

El conductor se percató de que dos individuos con pasamontañas estaban increpando a una mujer, por lo que frenó en seco su coche y, sin miedo, empezó a llamar la atención de los delincuentes.

Logró acobardarles con el sonido del cláxon y la mujer corrió hasta su vehículo para protegerse. Fue en ese momento cuando pudo ver la cara de su salvador, que no solo logró evitar la violación, sino que, además, siguió a los delincuentes hasta que la policía los acorralase.

"Lo que me afectó es que no tenían miedo"

Los responsables de la agresión son dos jóvenes de 21 y 24 años, sospechosos también de otra agresión que tuvo lugar esa misma noche.

En 'Y ahora Sonsoles' hemos hablado con Adrián, que se dio cuenta de que la mujer necesitaba ayuda porque levantó la mano. "Pararon un momento y ella se quedó en shock", ha asegurado, y no sabía si subirse o no a su coche porque pensó que podía estar compinchado.

Finalmente decidió subir al vehículo de Adrián, que cerró los pestillos y las ventanas y siguió discretamente a los agresores que, según ha explicado, iban increpando a todo aquel con quien se cruzaban.

María, la víctima, ha llamado en directo. "Tengo que darle las gracias porque para mí ha sido como un ángel", ha asegurado. Ella dejó en el taxi a su amiga, que fue avisada por el conductor de que no le gustaba nada los dos chicos que estaban merodeando.

De camino a casa, la víctima fue a casa y se los encontró. "Se quitó el cinturón y ahí llegó Adrián", ha contado la joven, que ha deseado que haya más hombres como el conductor y menos como los delincuentes, que no huyeron ante su llegada.

"Lo que me afectó es que no tenían miedo", ha contado.