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El sacerdote detenido en Vélez-Málaga denunció por robo a su novia de Melilla y la acusó de actuar por despecho

Después de que una exnovia denunciara los vídeos sexuales que encontró en un disco duro del cura, ha sido detenido por presuntamente de sedar y agredir sexualmente a mujeres, que no recuerdan nada de lo que ocurrió.

El sacerdote detenido en Vélez-Málaga por presuntamente sedar y agredir sexualmente a mujeres ha movido ficha y ha tomado la decisión de denunciar a su novia por robarle dinero y las imágenes del disco duro.

Juan Cano, periodista de Diario SUR, ha explicado que dice que ella le habría robado en su domicilio, una denuncia que presenta cinco días antes de su detención. "Dice que le sustrajo 3 mil euros de la vivienda y un material informático del disco duro", ha explicado.

De este modo, en esta denuncia está reconociendo en cierto modo que el contenido de esos discos eran suyos. "Reconoce además que mantenían una relación y considera que el detonante del robo era el despecho", ha asegurado, porque pretendía acabar con la relación dentro de poco.

Además, hemos hablado con un testimonio que asegura que lo pillaron en un bar besándose con una mujer. "Es un pub donde había muchas personas", ha asegurado uno de los vecinos.

Los feligreses han asegurado que incluso podría ser el motivo por el que lo trasladaron, además de la fiesta, la bebida y el qué dirán los vecinos acerca de él.

También se decía en Melilla que daba misa bebido. "Se decidió darle el tirón de orejas", ha explicado.

¿Quién era el sacerdote de Vélez-Málaga?

El párroco detenido por presuntamente sedar y agredir sexualmente a jóvenes tiene 33 años y es natural de Vélez-Málaga (Málaga), donde ha sido detenido.

Seguía la estela de su madre, que había sido monja antes de nacer él. Por tanto, siempre había presumido de vocación.

Quienes lo conocen lo definen como un hombre tranquilo y cariñoso, y no dan crédito con la noticia que muestra la otra cara del cura.

Así actuaba el sacerdote de Vélez-Málaga

El sacerdote salía con sus amigos del colegio, bebían y después se iban a un piso o incluso la propia parroquia.

Era en ese momento cuando aprovechaba para quedarse a solas con alguna de esas chicas y abusar sexualmente de ellas después de presuntamente sedarlas.

Una de sus exnovias descubrió lo que estaba ocurriendo cuando vio los vídeos que él grababa con su teléfono con la luz encendida.

Estaban en un disco duro y nada más saber lo que estaba haciendo, se fue a denunciar a la Vicaría de Melilla, que simplemente le trasladaron de parroquia.