En El Prat

Rescatan a un hombre de 250 kilos que vivía rodeado de basura: "Ahí es imposible vivir, no entrarían ni los okupas"

Los bomberos han tenido que abrir un agujero en la pared para sacar toneladas de basura y así poder sacar de casa a este hombre que había llamado a los servicios de emergencia por no encontrarse bien. Después de horas de rescate ha sido trasladado al hospital.

A través de un agujero realizado en la pared, una excavadora ha podido sacar montañas de basura acumuladas en una casa de El Prat de Llobregat (Barcelona).

El motivo es que dentro había un hombre de 48 años que, según un aviso que llegó a la Policía se había caído en el domicilio, pero no podían acceder por la puerta de entrada debido a la basura acumulada como consecuencia de su síndrome de Diógenes.

"Le queríamos ayudar, pero él no se dejaba"

Jesús, vecino

“Estaba dormido, inconsciente o algo”, han asegurado los vecinos.

Los bomberos han tenido que entrar con trajes especiales y mascarillas debido al olor, y el hombre estaba deshidratado cuando lo han rescatado.

Desde 2003, Salud Pública sabían de su situación, y tras tratarlo durante un tiempo dieron su situación por estabilizada. Después de la pandemia, cuentan los vecinos, no le habían vuelto a ve.

Rápidamente ha sido trasladado al hospital con heridas, y allí se recupera. Cuando se encuentre bien, los servicios sociales tendrán que establecer si vuelve a casa o deberá ir a un centro sociosanitario.

La psiquiatra Marta Soto ha explicado que este es un síndrome al que no se llega de un día para otro, sino que es acumulativo, y normalmente lo padecen personas que tienen algún otro tipo de trastorno mental como esquizofrenia.

Uno de los puntos más importantes es el de la soledad, y es que, si nadie del entorno da la voz de alarma, poco a poco van desapareciendo de la sociedad.

Además, estos pacientes no consideran ser enfermos y por eso no piden ayuda.

Hablamos con un vecino

Jesús es vecino del afectado, que ha asegurado que creían que después de la pandemia ya no vivía ahí. "Teletrabajaba para el aeropuerto", ha explicado.

Nos ha contado que hacía días que no podía moverse y ayer llamó a los médicos, que, al no poder entrar, llamaron a los bomberos.

Ellos lo tenían ya asumido. "Le queríamos ayudar, pero él no se dejaba", ha dicho. Incluso la persona que le llevaba la comida no hablaba con él, sino que se la daba con un palo.

Su síndrome de Diógenes, sin embargo, no era normal porque no buscaba cosas de la calle, sino que lo acumulaba todo.

Un familiar ha ido a interesarse por la vivienda, por miedo de que alguien la ocupe. "Nadie se cree que esto esté limpio, es imposible vivir", ha dicho Jesús.