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Raúl fue agredido y humillado por 'Los Petazetaz': "Me drogaron y no fui consciente, son malas personas"

Este joven fue drogado por los influencers y posteriormente le grabaron mientras encendían una bengala incrustada en su cuerpo. Han sido detenidos después de recibir una denuncia, pero ya han sido puestos en libertad.

'Los Petazetaz' fueron detenidos el pasado 24 de febrero acusados de captar a menores, drogarlas y abusar sexualmente de ellas. Sin embargo, sus víctimas no eran solo mujeres, sino también hombres.

Así lo hemos visto en unas imágenes grabadas en el salón. Un chico sobre la cama, con la cara pintada, recibe las burlas de estos dos influencers, que llegan incluso a encender una bengala incrustada en su cuerpo mientras él permanece inconsciente.

Se trata de Raúl, que ha visitado el plató de 'Y ahora Sonsoles' para darnos su testimonio. Ha contado que cuando grabaron las imágenes él no era consciente de lo que estaba pasando, pues la droga que le dieron hace que no sepas lo que pasa ni cuando te despiertas.

"El efecto era inmediato", ha asegurado. La manera en la que les daban estas sustancias era echar la droga líquida en las bebidas que tomaban cuando ellos se iban al baño, por ejemplo.

Raúl se enteró tiempo después de que le habían grabado y que las imágenes estaban en redes sociales. Fue uno de sus amigos cercanos quien le advirtió.

La víctima conoce a los dos hermanos. "No hay palabras para describir lo que son, son malas personas", ha asegurado. Él empezó a quedar con ellos y en ese momento eran normales, y fue al tiempo que se les "empezó a ir la cabeza". Raúl decidió alejarse.

En la casa, este joven ha visto menores, cámaras, armas ilegales, drogas... "Había de todo", ha dicho.

El momento de la detención de 'Los Petazetaz'

En 'Y ahora Sonsoles' hemos visto el momento en el que la policía irrumpe en el domicilio para llevárselos.

En ese instante, la novia de uno de ellos estaba retransmitiendo un videojuego en un directo online. Los agentes registraron cada rincón de esa casa conformada por 3 habitaciones, el salón, la cocina y el baño. Dentro, además, había hasta cinco cámaras que controlaban todo.

Era en esas estancias donde presuntamente agredían sexualmente a las víctimas, para tenderlo todo grabado, unas imágenes que después mostraban a amigos y conocidos.

Las cámaras estaban colocadas estratégicamente para que las víctimas no pudieran descubrirlas a simple vista, aunque no solo utilizaban estos aparatos para grabar. También lo hacían con sus teléfonos móviles y hasta bromeaban con dar droga a sus mascotas.

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