Las diferencias

Los pesticidas, la clave de los riesgos del tomate marroquí, a punto de reemplazar al español

Los productos procedentes del país africano se están vendiendo cada vez más en Europa, a pesar de que las normas sanitarias son diferentes a las de la UE. Esto supone que la calidad es menor al emplear pesticidas que aquí están prohibidos y ser menos estrictos en los controles.

La subida de precios de frutas y verduras ha hecho que los productos españoles se exporten en mayores cantidades, mientras que lo que nosotros consumimos llega desde otros países donde también se cultivan.

Un ejemplo es el de los tomates que provienen de Marruecos y que, a simple vista, no tienen ninguna diferencia con los españoles.

Sin embargo, los productos que vienen de países fuera de la Unión Europea están sometidos a unas normas sanitarias diferentes, por ejemplo, pueden haber sido sometidos a pesticidas y productos que en la UE están prohibidos por cuestiones medioambientales o sanitarias.

Para saber si los tomates que estamos comprando son españoles o marroquíes, hay que estar atentos a tres factores.

El primero de ellos es la forma del tomate, y es que si es más feo es porque es español, ya que no se han usado los pesticidas que acaban con las plagas.

Además, los productos de la UE pasan por un control sanitario más estricto, ya que en Europa no pueden tener ningún trazo de pesticidas, mientras que en Marruecos sí se permite.

"Nos gustaría que los controles fueran muchos más severos, no se analiza el 100%", ha explicado Andrés Góngora, responsable de frutas y hortalizas de COAG.

Por último, es importante el etiquetado. En general, si se compran tomates a granel, el origen no aparecerá, por eso es fundamental no comprarlo de esta manera y estar muy atentos a lo que indican estas etiquetas.