Hablamos con él

El padre de una de las clarisas atrincheradas en Belorado: "No es una chiquillería, son mujeres formadas"

Dieciséis religiosas querían vender un monasterio en Vizcaya que estaba vacío para comprar otro en Orduña pero, tras no obtener el permiso, rompieron con El Vaticano y se han atrincherado en el convento, al que los habitantes del pueblo no pueden acudir a rezar.

Las hermanas clarisas que han roto con el papa y se han encerrado en el convento de Belorado (Burgos) para seguir la religión de Pablo de Rojas, han roto el silencio y han desmentido los rumores de que están secuestradas, e incluso han bromeado sobre ello.

Han asegurado no irse de la iglesia y han aclarado los motivos por los que han decidido desvincularse de Roma. "Nos han calumniado", ha dicho.

Ahora se han unido a la hermandad de Pablo de Rojas que no reconoce a los papas nombrados en los últimos 60 años. Eso sí, mantienen que siguen siendo católicas y tienen muy claro que van a seguir adelante con su encierro y con su desvinculación de la iglesia conciliar.

La solución, según José Beltrán, periodista, en saber qué opinan cada una de ellas porque el temor es que sor Isabel, la líder del grupo, esté hablando en nombre de todos pero no todas piensen igual. "De hecho una de ellas ya ha salido", ha dicho.

Cruz Morcillo ha dado más información sobre Pablo de Rojas, y es que ha hablado con su entorno que asegura que era muy "fantasioso" desde joven y que incluso se inventó que una iglesia había ardido cuando era mentira.

En Y ahora Sonsoles hemos hablado con Julio Mateo, padre de una de las clarisas, que ha contado que las monjas están tranquilas y que han meditado mucho esta decisión antes de tomarla. "Saben que la repercusión es un terremoto", ha dicho.

Ahora, ha asegurado, habrá que darles tiempo para que expliquen los motivos. En los últimos meses, además, ha tenido mucho contacto con su hija que le hablaba de las preocupaciones teológicas que han recogido en el manifiesto teológico.

Julio ha pedido respeto absoluto a su decisión. "No es ninguna chiquillería", ha asegurado, además de reiterar que es una decisión muy meditada y finalmente han llegado a esta conclusión.