La noche en la que José Antonio y Sandra pensaron que su hijo moriría: "Me despedí por teléfono"

Se cumplen diez días del inicio de la DANA más mortífera del siglo. Para muchos, la noche del 29 de octubre fue la peor de sus vidas aunque, por suerte, personas como José Antonio y Sandra, pueden contarlo.

Ambos viven en Paiporta con sus dos hijos de 5 y 11 años. Aquella noche, su hija pequeña estaba enferma y ellos salían del hospital tras acompañarla, mientras el mayor estaba en casa de sus abuelos.

Cuando estaban en el coche, el agua empezó a subir y pensaron en refugiarse en casa de un compañero de José Antonio. Sin embargo, una llamada lo cambió todo.

Sus padres le llamaron, advirtiendo que el agua no paraba de subir y la llamada se cortó. Sandra se puso muy nerviosa y le pidió que fuera a buscarle. "Era imposible, si salíamos íbamos a morir", advierte José Antonio.

Cuando la riada se calmó un poco, José Antonio, junto a un amigo, luchó contra la corriente para salvar a su hijo. Tras esquivar coches, palés y golpes, lograron llegar y, a gritos desde el balcón, descubrieron que todos estaban bien.

Ahora luchan por recuperar sus vidas, aunque parece que la normalidad está lejos. "Este bofetón de realidad me ha enseñado a aprovechar cada momento", asegura Sandra.