Respuestas en redes llenas de cariño

Un niño de 11 años, harto de ser excluido por sus amigos por tener una discapacidad: "Nunca hay un plan para él"

A pesar de sufrir trastornos del espectro autista y una enfermedad rara llamada síndrome de Gould, Pablo (nombre ficticio) no pierde las ganas de hacer amigos. Sin embargo, sus compañeros no le invitan a sus cumpleaños y lo excluyen, algo que él y su madre han denunciado en redes. La respuesta que han recibido ha sido sorprendente.

Pablo (nombre ficticio) tiene 11 años y sufre trastornos del espectro autista y una enfermedad rara llamada síndrome de Gould, algo que le ha provocado una lesión cerebral, miopía grave, epilepsia y discapacidad intelectual.

Sin embargo, ninguno de sus síntomas le han quitado las ganas de querer tener amigos y jugar. Aún así, desde que tiene memoria sus compañeros no lo invitan a sus cumpleaños y lo excluyen por ser diferente.

Esto es precisamente lo que ha denunciado junto a su madre en redes sociales y la respuesta ha sido sobrecogedora, pues cientos de niños le han mandado cartas y mensajes invitándolo a sus fiestas.

"No es solo que no le inviten, es que tampoco venían a su cumpleaños"

María, madre de Pablo

Pablo se ha emocionado, pues el cariño le ha llegado a través de mensajes en internet. Su madre, no obstante, se muestra contundente y asegura que el 90% de los niños con discapacidad sufren la exclusión del resto.

Eso sí, tiene claro que no va a parar hasta que su hijo sea uno más de la pandilla. Con María, su madre, hemos hablado en directo. Ella ha explicado que notan la exclusión suele de comenzar en los primeros cursos de primaria.

Hasta esa edad, ha asegurado, los niños no hacen distinciones. Ella ha intentado hablar con algunos de los padres, que creen que no es cuestión de obligar a sus hijos de invitar a alguien. "No estamos pidiendo que se obligue a que invite a nuestro hijo, creo que esto viene a raíz de los valores que se inculcan en cada casa", ha dejado claro.

Su madre considera que también hay una exclusión que no es a propósito, sino que, si su hijo no puede seguir un juego entonces no querrán jugar con él. Esto ha hecho que su hijo Pablo busque amigos más pequeños.

Después de la repercusión en redes sociales, por la que ha recibido cientos de mensajes, no le ha llegado nada de los padres de su entorno. "No es solo que no le inviten, es que tampoco venían a su cumpleaños", ha explicado.

Ellos invitaron a toda la clase, y solo fueron dos compañeros. Por eso, este año decidieron cambiar el plan e invitar a los niños con los que juega, aunque sean más pequeños. "Este año ha tenido un cumpleaños feliz", ha asegurado.

Una situación muy dura también para los padres, pues aunque cuando son pequeños no se dan cuenta, ellos sí sufren porque lo ven y, cuando ese niño crece y sí es consciente de la exclusión, sufren todavía más.